Crianza: Juego

A raíz de los talleres/charlas impartidos por la psicóloga del ayuntamiento, hago un resumen para repasar de vez en cuando ;-P

En esta sesión se suponía que íbamos a jugar, pero como siempre nos liamos nos liamos y sólo hablamos!

Qué importante es el juego en la vida de nuestros hijos! Tan importante que se quieren pasar el día jugando, que sólo piensan en el juego y que si les queremos transmitir algo, debería ser a través de juegos también... Si lo tengo tan claro con los conocimientos académicos, por qué después cuesta tanto aplicarlo en casa? 

No sólo es importante jugar con nuestros hijos, sino jugar como a ellos les gusta. No necesitan nuestras reglas, el día a día está lleno de reglas que no pueden controlar, no pueden tomar decisiones y hay que hacer una cosa tras otra. A través del juego, pueden decidir qué se hace y cómo se hace, sólo falta que les dejemos hacerlo!
Es decir, no basta con sentarnos a jugar al parchís/catán con ellos, si quieren tirar dos veces seguidas el dado sin que salga un 6 no podemos enfadarnos, forma parte de su juego y no podemos seguir con MÁS normas impuestas... O toleramos las trampas, o incluso jugamos con ellas! "Ah! Yo también puedo repetir mi tirada de dados? Qué divertido así!"

Incluso si en su juego riduculizan a los muñecos, les hacen el vacío u observamos un comportamiento que no nos gusta, no debemos corregir el momento del juego. Debemos observar y todo aquello que sea un indicio de algún comportamiento que no nos parece correcto lo podemos abordar cuando el juego ya haya acabado. El momento de juego NO es momento para educar. Buf! Tal vez tenga que enmarcarlo en algún sitio para poder recordarlo!

Durante la charla, nos dió un par de recursos para poder aplicarlos en casa:

  • Jugar a la cueva: podemos ser mamá oso (conejo, ratón o el animal que queramos), delimitamos una zona  que será la cueva y les decimos a nuestro(s) osezno(s) que mientras vamos a comprar, no pueden bajo ningún concepto salir de la cueva. Por supuesto que saldrán! En eso consiste el juego ;-P En dejarles "transgredir" las reglas!
  • Guerra de almohadas: este recurso es cuando sabemos que están enfadados con nosotros. Les podemos proponer hacer una guerra de almohadas y debemos tener presente que nosotros no podemos ganar la batalla! Para que sea una actividad "terapéutica" debemos hacer mucho teatro cuando nos den y en ningún momento debemos hacerles daño (aunque nosotros también estemos enfadados ;-P). Así, se desestresarán, y acabarán riéndose tanto que la batalla acabará bien...



Crianza: autonomía y juego

A raíz de los talleres/charlas impartidos por la psicóloga del ayuntamiento, hago un resumen para repasar de vez en cuando ;-P

En qué momento nuestros hijos dejan de ser bebés y pasan a ser niños con los que nos cuesta jugar, a los que nos supone un esfuerzo hacerles reir? A veces, antes de tiempo con menos de 3 años ya les quitamos lo que más necesitan, el juego, nuestras ganas de jugar con ellos, sin normas, sin reglas, sin vergüenzas...

Debemos buscar juegos para conseguir llevar mejor el día a día, que se levanten, que se vistan, salir de casa, hacer las tareas, ... Todo son actividades que podemos intentar convertirlas en juego para que nuestros hijos participen, las hagan y hasta disfruten!

Respecto a la autonomía, una imagen vale más que mil palabras y aunque esta imagen sea en realidad una tabla con unas cuantas palabras, resume muy bien qué podemos esperar que nuestros hijos hagan según su edad.


En realidad, nuestros hijos están capacitados para hacer mucho más de lo que se indica en cada franja de edad en la tabla, pero nuestra sociedad y nuestras prisas interfieren en el desarrollo de la autonomía de nuestros hijos. Si esta tabla nos llega tarde, no tenemos que ponernos con todo a la vez u olvidarnos de tareas pasadas. Podemos empezar por la primera columna e ir avanzando paulatinamente.

Conseguir que nuestros hijos hagan las tareas que se indican, en realidad es muy sencillo. En la mayoría de los casos, a nuestros hijos les parecerá un juego y estarán más que dispuestos a participar. El reto está en conseguir que tras unas pocas semanas sigan interesados en hacerlas y formen parte de sus rutinas.